Investigadores australianos del RMIT han desarrollado una estructura reticular única que es casi una vez y media más resistente que la aleación de magnesio fundido WE54 utilizada en la industria aeroespacial. A primera vista, parece muy compleja, pero los científicos afirman que con una impresora 3D se puede fabricar con relativa facilidad.
El punto de partida de la obra fueron las estructuras formadas por puntales huecos. Para ello, el equipo se inspiró en los nenúfares y los corales. Para conseguirlo, tuvieron que estudiar en detalle todas las formas posibles de reducir la concentración de tensiones de los materiales en sus puntos de conexión. El autor principal del estudio, el profesor Ma Qian, afirma que en las estructuras celulares las tensiones deben distribuirse uniformemente, pero en la mayoría de las topologías sólo la mitad del material trabaja contra cargas de compresión.